Ordeñamos anacardos

Cero ingredientes de origen animal.
Y mil razones para repetir.
Queremos a los animalitos libres y felices
Si eres intolerante a la lactosa o al gluten,
también mereces disfrutar de un capricho sabrosón
No cuidar del planeta es muy del siglo pasado
Primero los anacardos
No nos sirve cualquier cosa: elegimos anacardos de cultivo biológico y comercio justo.
Sin químicos, sin historias raras.
Nutritivos. Saciantes.
Con 5-7g de proteína por porción, hierro, magnesio y vitamina E.
Con probióticos vivos que cuidan de ti desde dentro.
Y grasas buenas que tu corazón va a agradecer.
Sin azúcar añadido, sin aditivos.
Y sí, sin pasteurizar.
Porque la vida —como el sabor— se disfruta raw, real y ético.
Luego los fermentamos
Utilizamos fermentos veganos, como el Lactobacillus Acidophilus, para conseguir esa textura tan característica.
Suave. Cremosa.
Que se derrite en tu paladar.
Seguramente por eso en 2020 entramos en la carta de “El invernadero”.
Un restaurante de Madrid,
con una estrella Michelín.
Y respetamos su textura
Nos negamos a envasar nuestros Fermies al vacío.
Lo nuestro es el arte culinario: no hay lugar para texturas densas ni gomosas.
Desde nuestra nevera hasta la tuya, los Fermies continúan vivos.
Fermentan a su ritmo, sin interrupciones, sin prisas.
Por eso llegan con textura ligera, aireada, y manteniendo todo su sabor.
¿Y queda tierno?
Pues claro.
Y semicurado.
Y curado.
Pero no te confundas, son Fermies.
Lo entenderás cuando empiecen a bailar en tu paladar.
Mientras tanto, te dejamos esta foto para abrir boca.
Y el acceso directo a la tienda, por si ya estás salivando.
Si te asalta la duda,
Este es su valor nutricional
5–7g de proteína por porción
Grasas monoinsaturadas buenas para el corazón
Ácido láurico, con efecto antimicrobiano y energético rápido
Zinc (proveniente del miso y la fermentación)
Magnesio (presente en los anacardos)
Hierro (presente en los anacardos)
Vitamina E (presente en los anacardos)
Buenos para tu salud.
Buenos para los animales.
Buenos para el medioambiente.